Aprender a leer: 5 Maneras de aumentar el Interés de su hijo en la lectura
Enseñarle a leer es un proceso largo y complicado que no dará resultados de la noche a la mañana. Cada niño aprende a leer a su propio ritmo, y con sus propios contratiempos y éxitos. Aquí hay cinco maneras de fomentar el amor por los libros y la lectura en su hijo que durará toda la vida.
Léale a su hijo
Cómo enseñarle a su hijo a leer comienza con este simple consejo: léale a su hijo. Cuando se trata de enseñar a su hijo a leer, nada es más importante.
Puede comenzar a leerle a su hijo desde el nacimiento. Lee mientras te acurrucas. Lea antes de las siestas y de acostarse. Lee mientras esperas las citas. No está tratando de enseñar al niño a sonar letras o identificar palabras a esta edad temprana. En cambio, la estás ayudando a asociar libros con momentos divertidos y tu presencia reconfortante. Cómprale libros de cartón resistentes como Hello World o My Farm Friend y déjala explorarlos. Aprenderá a pasar páginas y le encantará escuchar su propio nombre como parte de la historia.
Aproveche la impresión ambiental
Aprender las letras del alfabeto es el primer paso técnico hacia la lectura. La mayoría de los niños comienzan aprendiendo a identificar la primera letra de su nombre. Si Mike sabe que su nombre comienza con una M, busque la letra M en el mundo que lo rodea y señálesela. Estamos rodeados de» impresiones ambientales » en señales de tráfico, vallas publicitarias, televisión y periódicos. Aprovéchelo para ofrecer ejemplos de uso de letras en la vida real.
Incorporar el nombre de su hijo en los materiales de lectura también puede ser un método de aprendizaje efectivo. Por ejemplo, el libro Mi propio nombre le permite a su hijo reconocer su nombre dentro del cuento.
Introduzca una letra a la vez, utilizando la impresión ambiental para reforzar la capacidad de su hijo de reconocer la forma y el sonido de cada letra. Una vez que dominan las letras, puedes comenzar a introducir sonidos de letras mezcladas como «ch» y «th.»
Hacer de la Lectura una Actividad Activa
Tendemos a pensar en la lectura como una actividad pasiva, pero en realidad es activa. Un buen lector está manejando el libro, escaneando la página e imaginando eventos a la vez. Puedes cultivar esta habilidad haciendo que la lectura sea lo más activa posible. Canta las canciones de cuna en la página. Inventa voces divertidas. Señale ilustraciones y hable de ellas.
A medida que su hijo crezca, comience a hacer preguntas sobre el libro. Con los niños más pequeños, esto puede ser tan simple como pedirles que encuentren al gato en una ilustración o que señalen la bola azul. A medida que los niños crecen, usted puede empezar a hacer preguntas más complejas. ¿Puedes adivinar lo que pasará después? ¿Alguna vez te has sentido como el personaje del libro? ¿Por qué ese viejo gigante es tan malo?
¿Cómo ayuda esto cuando le enseña a leer a su hijo? Cuando hablas de libros, estás ayudando a los niños a desarrollar su vocabulario, pero igualmente importante es que están desarrollando su capacidad de comprender historias. Centrarse solo en el aspecto técnico de la lectura puede ayudar a un niño a pronunciar palabras, pero eso no les hace mucho bien si no entienden lo que está escrito.
Proporcione un buen ejemplo
Los niños tienen una capacidad asombrosa para determinar lo que sus padres consideran importante y actuar en consecuencia. No aprenderán a apreciar y valorar los libros si no ven que también disfrutas de la lectura. Dedique tiempo a leer, ya sea una revista, un libro favorito o un periódico local. Deje en claro que la lectura es algo que disfruta y que sus hijos querrán reflejar su comportamiento.
Palabras que riman
Aproveche la capacidad creciente de su hijo para identificar palabras con familias de palabras, palabras que riman. Una vez que su hijo puede leer la palabra, papá, por ejemplo, es relativamente fácil enseñarle palabras que riman como triste, malo, tenido y loco.
Cuando enseñe a leer a un niño, recuerde ser paciente. Centrarse en el amor por los libros y leer juntos es más importante que su capacidad para reconocer palabras o sonar fonética, al menos en sus primeros años. Cuanto más asocie los libros con la diversión, más querrá aprender, y esa motivación se convertirá en un amor por la lectura de por vida.