¿Necesitas ayuda?
A menudo es difícil saber qué hacer cuando vives con alguien con un trastorno alimentario. Aquí hay algunas ideas para todos — desde padres, abuelos y hermanos, hasta parejas y compañeros de cuarto.
- Anime a la persona a buscar ayuda profesional
Superar un trastorno alimentario puede ser muy difícil sin ayuda, por lo que acceder a la ayuda profesional es un objetivo importante. Recuerde que cuando alguien tiene un trastorno alimentario, a menudo es protector y privado al respecto. Pueden sentirse amenazados si alguien les dice que necesitan buscar ayuda para ello y pueden arremeter con ira o negación. Trate de no tomarlo como algo personal e inténtelo de nuevo más tarde. Asegúrales que solo estás actuando por preocupación por ellos y que estás aquí para apoyarlos.
- Anime a la persona a reconocer sus otras habilidades y atributos
Use su conocimiento de la persona para alentarla a ver los efectos positivos que el cambio puede traer. Mantenga una comunicación positiva y abierta: tómese el tiempo para hablar sobre una variedad de temas. Centrarse en las dificultades para comer crea un ambiente estresante, lo que puede hacer que la persona se retire del contacto con usted. Trate de centrarse en sus comportamientos positivos, en lugar de los más destructivos. No elogie su apariencia física; comente sobre su personalidad, su inteligencia, sus talentos, sus sueños. Se emociona cuando expresan interés en algo fuera de la comida, la dieta o la imagen corporal. Hágales preguntas sobre el tema.
- Utilice la risa como medio de comunicación
El humor es una gran herramienta de comunicación. La risa ayuda a una persona a relajarse y bajar un poco la guardia. Esto no significa que deba abalanzarse sobre ellos sobre su trastorno alimenticio después de reírse, pero es posible que pueda hacer que empiecen a hablar un poco más abiertamente sobre lo que están pasando.
- Quite el foco de la comida y el peso
La persona con el trastorno alimenticio ya está demasiado centrada en los problemas de comida y peso. No hables negativamente sobre tu propio cuerpo o apariencia alrededor de alguien con un trastorno alimenticio. Trate de no poner énfasis en las cosas que comimos (por ejemplo, no «la palmadita en la espalda» para comer una ensalada o reprenda para comer chocolate). No cambie sus propios hábitos alimenticios en torno a la persona con un trastorno alimenticio, pero trate de no darle importancia tampoco.
- Las comidas no deben convertirse en un campo de batalla
Las frustraciones y emociones deben expresarse, pero no a la hora de comer; es probable que este sea un momento muy difícil. Trate de mantener la conversación alejada del trastorno alimenticio cuando haya comida en la mesa. Si estás haciendo apoyo para comer a alguien con un trastorno alimenticio, dale un estímulo auténtico, como «Estoy muy orgulloso de tu arduo trabajo» y empatiza con cómo se siente («Sé que esto es muy difícil para ti»).
- Acepte limitaciones en sus responsabilidades
El apoyo y el aliento de la familia y los amigos es vital; sin embargo, es responsabilidad de la persona con el trastorno alimenticio tomar las medidas necesarias para recuperarse. No puede lidiar con todos los problemas asociados con el trastorno. Su papel como familiar o amigo es único y algo que un terapeuta no puede ser, al igual que el papel del terapeuta es algo que un familiar o amigo no puede asumir. No te culpes a ti mismo cuando las cosas van mal o cuando la persona que te importa recaiga o tenga un mal día.
- Considere promover la independencia como un objetivo a largo plazo
Es saludable y apropiado para el desarrollo que los adolescentes y adultos jóvenes trabajen para aumentar la independencia; sin embargo, esto puede ser difícil si la persona está enferma y no puede tomar buenas decisiones por sí misma. Es bien sabido que los miembros de la familia pueden desempeñar un papel importante en el apoyo a la recuperación de un trastorno alimentario, sin embargo, el nivel de intervención y participación de la familia dependerá de la edad de la persona, el grado en que su salud podría verse comprometida y otros factores, como la organización de la vida y el apoyo a las comidas. Tener el objetivo de poder vivir de forma independiente y mantenerse a sí mismos puede actuar como un incentivo para seguir trabajando hacia la recuperación.
- Establece límites
Si alguien se está comportando de una manera que es difícil para ti, está bien que le hagas saber que su comportamiento no es aceptable o que no puedes ayudar en este momento. Solo establece límites que puedas imponer. Por ejemplo, si la persona con un trastorno alimenticio le pide que la apoye cuando está teniendo un mal día o necesita tiempo a solas, es mejor ser honesto. Con todo respeto, dígales que, si bien no puede ayudar hoy, tal vez podrían preguntarle a otro amigo o familiar. Los límites son una gran parte del autocuidado y en realidad fortalecen una relación, en lugar de dañarla.
- Haga las cosas como normalmente haría
La persona con el trastorno alimenticio necesita aprender a coexistir con los alimentos y con otras personas, en lugar de que usted aprenda a coexistir con el trastorno alimenticio. Trate de no hacer ningún cambio en los horarios de las comidas, las compras de alimentos, las salidas, los temas de conversación u otros intereses.
- Separe a la persona del trastorno
Recuerde que el comportamiento de la persona a menudo es un síntoma del trastorno alimentario, en lugar de un reflejo de su carácter. Al separar a la persona del trastorno, se nos recuerda a la persona que conocimos antes y también a la persona en la que se puede convertir de nuevo. Esa persona todavía está muy presente, pero su enfermedad les impide ser ellos mismos plenamente.
- Disfrutar de las cosas juntos
Es importante no dejar que el trastorno alimentario se convierta en el foco de la familia o la relación. Continúen disfrutando juntos de las cosas que siempre han hecho. Cuéntales sobre tu propia vida y lo que es emocionante o interesante para ti. Esto puede darles más esperanza hacia la recuperación, cuando su mente no se preocupe por su cuerpo o comida.
- Pasar tiempo con otros miembros de la familia o grupo de amistad
La persona con el trastorno alimentario es importante, pero no más que otras personas. No descuides tus otras relaciones mientras cuidas a alguien con un trastorno alimenticio. Asegúrate de dedicarte tiempo a personas que estén completamente separadas de la persona con un trastorno alimenticio, para que tengas un descanso y no te quemes.
- Infórmese
La información sobre trastornos de la alimentación, historias de recuperación, desarrollo de estrategias de afrontamiento y asistencia a grupos de apoyo puede ser útil. Hay muchos recursos y libros escritos para familias y amigos. Cuanto más educado sea, más podrá empatizar y comprender por lo que están pasando, lo que puede ayudarlo a apoyarse mejor a ellos y a usted mismo.
- Cuídate
Obtén tanto soporte e información como necesites. Los grupos de apoyo, familiares, amigos, consejeros, líneas telefónicas de apoyo y otros profesionales pueden ser útiles. Cuidarse a sí mismo es tan importante como cuidar a la persona con el trastorno alimenticio.
- Sea paciente
Los trastornos de la alimentación son complicados y la recuperación puede llevar algún tiempo. A veces es importante recordarse a sí mismo que la persona no quiere estar enferma, pero carece de la capacidad de superar el trastorno rápidamente. No hay un plazo específico para la recuperación.