El arte es divertido

Después de seleccionar una foto adecuada, el proceso de pintura fotorrealista implica transferir la foto al lienzo a través de medios mecánicos. Los artistas pueden usar un proyector, el método de cuadrícula o papel de transferencia. Mientras que algunos críticos del fotorrealismo pueden considerar esto como «copiar sin sentido» o «hacer trampa», recordemos dos puntos:

  1. El término» fotorrealismo » fue acuñado por primera vez por el marchante de arte de Nueva York Louis K. Meisel en 1968. Su definición de fotorrealismo incluyó no solo la necesidad de una cámara para capturar la imagen o escena, sino que también identificó que la imagen de la foto debe transferirse a la superficie de trabajo a través de medios mecánicos o semimecánicos (es decir, mediante el uso de un proyector, un método de cuadrícula o papel de transferencia). Por lo tanto, la transferencia mecánica de la imagen de referencia es esencial para la definición del fotorrealismo.
  2. Los» medios mecánicos » han sido utilizados por artistas durante siglos para transferir imágenes a sus lienzos, papeles o paneles de madera. La cámara oscura era de uso común entre los artistas renacentistas para permitirles representar detalles tan meticulosos. Muchos artistas famosos y célebres, como el maestro barroco holandés Vermeer y el maestro del Renacimiento flamenco temprano Jan van Eyck, utilizaron esta herramienta como ayuda para crear sus obras de arte excepcionalmente precisas. Por lo tanto, el uso de medios mecánicos para ayudar en la creación de obras de arte no es ni de lejos un concepto nuevo. (Incluso hay una fascinante teoría de que nuestros antepasados del Paleolítico cámara obscuras para crear arte!)

Después de transferir la foto a la superficie de trabajo, el artista procede a recrear meticulosamente en pigmento los detalles de la fotografía. Esto se hace a través de una observación cuidadosa, así como un conocimiento profundo de las características de la pintura. El artista debe estar bien versado en las combinaciones y cantidades de colores y medios para mezclar, qué pinceles lograrán mejor el efecto deseado y cuán saturado de agua necesitará estar el pincel. Todos estos elementos deben estar en perfecto equilibrio a lo largo de la creación de la pintura, un proceso que requiere tiempo y práctica.

Las pinturas fotorrealistas, como la mayoría de las pinturas, están construidas en muchas capas. Se trata de un proceso aditivo, que comienza con la pintura base y continúa a través del desarrollo de las formas, hasta que comienzan a parecerse a la imagen en la fotografía. La mayoría de las capas de las pinturas fotorrealistas consisten en esmaltes finos, es decir, pintura diluida con agua o un medio. Esto permite los sutiles efectos de mezcla que son necesarios para hacer que la superficie plana del lienzo parezca contener objetos y escenas de 3 dimensiones.

Las pinturas fotorrealistas son famosas por su precisión técnica y ajustada, que se logra a través de una familiaridad intensiva con los materiales y el proceso. La pintura resultante generalmente tiene un acabado limpio y suave, en el que las pinceladas no son visibles. La capa final de barniz sella la pintura y agrega otra capa de suavidad.

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