Cómo Prevenir la Violencia Deportiva
El juego agresivo en los deportes puede resultar en lesiones, pero no se considera violento porque está dentro de las reglas del juego. Sin embargo, la violencia deportiva ocurre en varios niveles e incluye a jugadores, entrenadores y espectadores, y ocurre fuera de las reglas. Te mostramos cómo prevenir la violencia deportiva en tu área.
Pida a los jugadores, padres y entrenadores que firmen un código de deportividad para que todos los involucrados en el deporte sean responsables de prevenir la violencia. Defina cuáles son las consecuencias y asegúrese de que todos entiendan cuándo se ha cruzado la línea que va del juego agresivo a la violencia. Los padres y los entrenadores deben ser un ejemplo de buen espíritu deportivo para los jugadores jóvenes.
Aplique las consecuencias para dejar en claro que no tolera la violencia. Cuando los participantes se dan cuenta de que sus acciones tienen consecuencias que pueden afectar su futuro, se puede prevenir la violencia deportiva. Debe asegurarse de que las consecuencias sean más que un tirón de muñeca para disuadir a los participantes de participar en un comportamiento violento.
Reparte directrices o comunícate con los espectadores sobre lo que consideras violento y las ramificaciones de un acto violento. Una de las principales fuentes de violencia deportiva se conoce como vandalismo, que ocurre cuando los fanáticos toman acciones que pueden causar daño, como correr un campo después de una victoria.
Enseñe a los niños el espíritu deportivo enfatizando que un deporte es divertido de jugar y que el resultado del juego no es el aspecto más importante. Puede inscribir a sus hijos en deportes no competitivos donde no haya una puntuación. Anime a los jugadores a reconocer el talento de los jugadores rivales y evitar comportamientos como parlotear o interrumpir.
Use funcionarios de la ley. Los agentes de policía tienen autoridad para detener la violencia y mantener el control de los eventos deportivos. La presencia de funcionarios de la ley previene la violencia deportiva al recordar a los participantes que la violencia tiene consecuencias.