McGraw Center for Teaching and Learning
Como instructores, queremos que los estudiantes piensen con nosotros mientras damos conferencias o guiamos una discusión, pero ¿cómo hacemos preguntas que estimulan este tipo de compromiso intelectual? La mejor manera de promover el pensamiento crítico es formulando preguntas abiertas que no se pueden responder simplemente «sí» o «no» o con una sola respuesta «correcta». Nuestras preguntas pueden invitar a los estudiantes a analizar, sintetizar o evaluar el material del curso. «¿Por qué?»y «¿Cómo?»puede ser más rentable para la discusión que» ¿Qué?»
- Pídales a sus estudiantes que aclaren sus comentarios o respuestas. Puedes hacer esto incluso cuando
- el comentario es claro para ti. Esto puede ser útil para otros estudiantes de la clase. «¿Estás diciendo que…?»»¿Podrías darme un ejemplo?»
- Haga preguntas que sondeen las suposiciones de sus estudiantes. Es posible que no conozcan sus suposiciones hasta que se les pida que las articulen. «¿Qué estás asumiendo aquí?»»¿Qué podríamos suponer en su lugar?»¿Siempre es así?»»¿Por qué crees que la suposición se mantiene aquí?»
- Haga preguntas que investiguen razones, pruebas y causas. Lleve a los estudiantes a apoyar sus argumentos. «¿Cuáles son tus razones para decir eso?»»¿Qué otra información necesitamos saber
- ?»»Hay buena evidencia para creer eso?»»¿Cuál crees que es la causa?»
- Haga preguntas que investiguen las implicaciones y consecuencias. «Cuando dices___, ¿estás insinuando que____?»»Si haces eso, ¿qué pasará?»»¿Cómo está eso conectado con la pregunta?»»¿Cómo afecta eso a____?»»How does that follow?»
- Haga preguntas que ayuden a los estudiantes a reconocer y aclarar sus propios procesos de pensamiento. «¿Podrías explicarme con más detalle dónde estás teniendo dificultades?»»¿Podrías expresar ese punto de otra manera?»»¿Podrías ser más específico?»»¿Has pensado en…?»»¿Qué factores hacen de esto un problema difícil?»»¿Cómo se vería esto desde el punto de vista de ___?»
- Haga preguntas que requieran que los estudiantes defiendan sus posiciones. Juega a «abogado del diablo», incluso con estudiantes con los que estés de acuerdo o que articulen sus puntos de manera más convincente. Todos los estudiantes pueden beneficiarse de este ejercicio intelectual.
- Haga una pregunta con múltiples respuestas posibles. Escriba todas las opciones en el tablero sin comentar la lista que se está produciendo. Luego haga que la clase discuta las opciones, explicando por qué algunas respuestas son mejores que otras.
Cuando haga preguntas abiertas, asegúrese de que los estudiantes tengan tiempo para responder (entre 10 y 30 segundos). Este tiempo se siente más largo de lo que es; trate de no apresurarse demasiado pronto para reformular la pregunta o responderla usted mismo. Sin embargo, si el silencio se prolonga, puede intentar: reformular la pregunta, hacer que un estudiante la reformule por usted, darle a los estudiantes unos minutos para escribir sobre la pregunta
o discutirla con un compañero.