Cuando Su Esposo No Va A La Iglesia

Cuando mi esposo y yo nos conocimos, yo no era una persona fiel a la iglesia. Seamos honestos I no era un fiel seguidor de Jesús. Yo era un creyente, pero el tipo que se ahogaba en la orilla cuando la vida se ponía dura o la tentación era demasiado grande. No digo que todavía no tenga esos momentos, pero he recorrido un largo camino en mi fe. A través de montañas altas y valles bajos, he llegado a un nivel más profundo de confianza en Jesús. Obediencia más profunda. Deseos más profundos de santidad. Él me ha cortejado con Su gracia y misericordia y estoy lavado en Su amor. Él me ha mostrado Su gloria una y otra vez y estoy vendido a Jesús. Vendido. Pero, como dije, no era yo cuando conocí a mi marido.

Así que, a lo largo de los años, ha observado este crecimiento. Ha visto los cambios. Y nunca le he presionado para que haga lo mismo. Él es un creyente, pero estamos en diferentes lugares en nuestro camino y no lo golpeo por ello. Probablemente porque sé lo que es renunciar a tu fe. Sé la diferencia entre atender por deber y por deseo. Y sé que es una elección que tiene que venir de dentro. No quiero un marido religioso. Quiero uno piadoso.

Pero, nuestros hijos notan que papá no siempre va a la iglesia. Juega al golf los domingos. Caza o hace las tareas de la casa. A veces tiene que trabajar. Y sabía que llegaría el día en que se darían cuenta y rogarían quedarse con papá. Lo sabía, pero cuando llegó, no estaba preparado. ¿Qué le dices a un niño que quiere ir a jugar al golf con papá todos los domingos?

Tal vez tú también estés allí. Tal vez sepas lo que es atravesar esas puertas todos los domingos menos uno. Tal vez es porque están trabajando. Tal vez es porque no son creyentes en absoluto. Tal vez es porque están en un lugar diferente en su camino que tú. Tal vez es porque se han alejado del Dios que una vez siguieron tan fervientemente.

Cualquiera que sea la razón, quiero animarles con lo siguiente:

Primero, la batalla no es nuestra, sino Suya. Y solo porque no parezca que Dios se está moviendo, no significa que no lo esté. Dios tiene un plan. Pero, no estás indefenso. Sus oraciones son necesarias y poderosas. Entonces, intercede y reza. Y continúen orando. No importa cuántas semanas, meses o años pasen.

Segundo, continúa creciendo en tu fe. Apóyate en Jesús. Sé ese ejemplo honesto de lo que parece seguir a Jesús. Deja que Su luz brille en ti y a través de ti. Pero no golpees a tu cónyuge. No cuelgues esas cargas alrededor de su cuello. Colgadlos de Jesús. Él puede manejarlo.

Por último, sea honesto con sus hijos y tenga esa conversación.

No hace mucho mi hijo se sentó en el suelo de nuestra cocina con lágrimas en la cara. Se preguntaba por qué no podía ir a jugar al golf con papá. Había pasado por alto y evitado esta conversación durante mucho tiempo, sin saber qué decir exactamente. No quería tirar a su padre debajo del autobús, porque es un gran padre. Y de hecho, había ido a la iglesia con nosotros la semana anterior. Pero tampoco quería que pensara que la iglesia era opcional. Entonces, dije una oración rápida mientras caminaba hacia él, pidiéndole a Dios que me diera las palabras mientras me inclinaba y tomaba sus dos manos en la mía.

Miel, la Biblia dice que debemos honrar el sábado y santificarlo. El domingo es el día de Dios. Y vamos a la iglesia para honrarlo y adorarlo. Para buscar Su presencia. Escuchar Su palabra y crecer en nuestro conocimiento de Él. Vamos a adorar con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Y es importante porque tu relación con Jesús va a ser la relación más importante que jamás hayas tenido. Porque siempre estará contigo. Pase lo que pase. Mucho después de que dejaras a mamá y papá. Va a ser el nombre que llames cuando no haya nadie más cerca. Y quiero que lo conozcas como yo lo conozco. Tiene planes para ti. Grandes planes. Pequeños planos. Grandes planes. Y tienes que aparecer por Él porque él siempre va a aparecer por ti. Pasaremos la eternidad en el cielo con Jesús y en esta vida, Él será nuestra búsqueda número uno. Y puedo prometerte que nunca te arrepentirás de poner a Jesús primero. Puede que no siempre sea lo más fácil de hacer, pero siempre será lo mejor.

Las lágrimas se detuvieron y agitó la cabeza sí. De acuerdo, mamá. Lo entendió. Y con eso nos fuimos a la iglesia.

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Jerez Blanco

Jerez de White escribió sobre el desorden de la vida, la paternidad, y la fe en su blog El Desordenado Cristiana. Ella trata de agregar su propia marca de humor y comprensión de los problemas cotidianos que todos enfrentamos, recordándonos que a pesar de que nos encontramos en innumerables líos, la gracia de Dios ilumina el camino. Facebook Instagram le encantaría que la siguieras.

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