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Puntos clave:
1. Cambio de ritmo! Lo más importante que debe hacer después de cualquier movimiento de ataque es cambiar de ritmo. Ir de lento a rápido! Si conduzco 100 millas por hora y tú conduces 100 millas por hora, ¿puedes seguirme el ritmo? Sí, puedes. Si conduzco 50 millas por hora y tú conduces 50 y luego acelero a 100, ¿puedes atraparme? Sí, quizá con el tiempo, pero durante unos segundos estaré delante de ti. En esos pocos segundos de que cambies de ritmo, ¡es cuando la magia sucede!
2. Ralentizar el juego! No regatees rápido todo el tiempo. Driblea a un defensor más lento, luego acelera cuando sea el momento de hacer tu movimiento.
3. Toma un defensor a la izquierda, luego a la derecha. Suena fácil, pero no es fácil hacer que parezca fácil.
4. Haz un toque más grande más allá del alcance de un defensor. Cuando tomes ese toque para explotar más allá del defensor, asegúrate de que el balón esté lo suficientemente lejos más allá del alcance del defensor. Esto hace dos cosas. Uno te permite acelerar más rápido porque puedes correr más rápido sin la pelota y luego con ella. Segundo, si el defensor reacciona y saca la pierna, no tendrá suerte y ganará la pelota, sino que te hará falta si te golpea.
5. ¡Espera a que el defensor intente ganarlo! Esto es más avanzado, pero estudia a ese defensor. Tan pronto como entran en la victoria es cuando tomas tu toque más allá de ellos. Tienes que pensar muy rápido para lograr esto.
Equipo necesario: Bola y tres conos.