11 consejos para cultivar el mejor soporte de alfalfa
La mayoría de las enfermedades de alfalfa son infecciosas y son causadas por organismos vivos como bacterias, hongos, nematodos y organismos de tipo micoplasma. Penetran el tejido de la planta perforando la membrana externa de la planta. Las enfermedades fúngicas más comunes en las regiones cultivadas del sur son la amortiguación, la pudrición de la raíz, la pudrición de la corona y la mancha común y de la hoja de pimienta. La elección de nuevas variedades que ofrezcan una mejor resistencia a las enfermedades ayudará a prevenir la aparición de estas enfermedades y, por lo tanto, aumentará el rendimiento general y la persistencia de su puesto de alfalfa.
10. El tratamiento para plagas tan pronto como aparecen
Las plagas de alfalfa incluyen la mita de tierra de patas rojas (RLEM), la pulga de alfalfa y los pulgones que pueden matar rápidamente las plántulas. Rocíe con insecticidas registrados tan pronto como aparezcan. Ciertos insecticidas se pueden mezclar en tanque con glifosato antes de la siembra para proteger las primeras semanas de un cultivo de alfalfa.
En los últimos años, las babosas han sido un verdadero problema para diezmar los pastos, cultivos y alfalfa recién sembrados. Los tipos de suelo pesados, las lluvias de verano y la labranza reducida son factores que promueven la acumulación de poblaciones de babosas. Inspeccione los potreros potenciales antes de la siembra y, si los encuentra, póngase en contacto con su agrónomo local para controlar esta plaga devastadora.
11. Administrar para persistencia
La persistencia de un soporte de alfalfa dependerá en gran medida de la forma en que se administre. Las variedades inactivas de invierno (debido a su corona inferior) generalmente son más adecuadas para el pastoreo que las variedades activas de invierno. Al pastorear variedades activas de invierno, se debe tener cuidado de no comer la corona. Se debe emplear un pastoreo rotatorio estricto y se debe permitir un período de recuperación para que la alfalfa vuelva a crecer antes del pastoreo futuro.
Generalmente se acepta que la estrategia de manejo óptima para la máxima productividad y persistencia de alfalfa en su primer año es tener el rodal de al menos 20 cm de altura y preferiblemente un 10% de floración antes del primer corte o pastoreo. Esto permite que se establezcan reservas de raíces adecuadas para un fuerte rebrote después del corte. Otra buena indicación sobre cuándo cortar o pastar por primera vez los rodales jóvenes (o viejos rodales) es buscar la aparición de brotes nuevos de 2 cm de largo (rebrote secundario) de la corona de la planta. Este puede ser un indicador más confiable que el patrón de floración del 10%.